PLAN DE TURISMO

En septiembre de 2007, se presentó al país el PLANDETUR 2020, un proyecto desarrollado por la consultora Europea “Tourism & Leisure”, con colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el MINTUR, organizaciones y gremios nacionales y varios actores de la escena turística del Ecuador, sin duda alguna un proyecto visionario, que entre sus 8 objetivos, inquiría; “Consolidar al turismo sostenible como uno de los ejes dinamizadores de la economía ecuatoriana, que busca mejorar la calidad de vida de su población y la satisfacción de la demanda turística, aprovechando sus ventajas competitivas y elementos de unicidad del país”.

No obstante, la falta de iniciativas gubernamentales o quizá el desconocimiento de la capacidad generadora y multiplicadora de beneficios del turismo, hizo de este plan únicamente un documento de referencia para investigaciones, puesto que no se cumplió con los planes y estrategias propuestas dentro del citado documento.

Por su parte, Manta necesita una propuesta de Plan Integral de Turismo, que marque las líneas a seguir, es decir, un plan donde desde el presupuesto de turismo (POA de la Dirección de Turismo) vaya alineado con una visión, misión, objetivos y estrategias para lograr lo propuesto. Es necesario un proyecto que vincule a los sectores estratégicos del turismo y a los actores de la escena turística local. Si la oferta turística de la ciudad (casco urbano) es limitada, entonces se debe proyectar un plan que involucre mucha más a las zonas rurales de Manta, que desde mi perspectiva es donde está el futuro del turismo para la ciudad puerto, obviamente sin descuidar la actual oferta que tiene la ciudad.

José Quintero (2014), expresa; “…el turismo como sector dinámico y con grandes perspectivas de crecimiento hace que muchos países, regiones y localidades vean en esta actividad una fuente importante de recursos económicos que se les permita desarrollarse. No obstante, el crecimiento del turismo no va al mismo ritmo de una investigación científica que corrija, oriente y marque las pautas para un desarrollo sostenible del turismo que sea planificado, integrado, abierto, dimensionado, participativo, duradero y viable…”

Lo que se busca rescatar del autor citado, es que el plan de turismo integral para Manta, debe responder en una primera etapa a una investigación de carácter científico, desde un alcance exploratorio, descriptivo hasta los límites explicativos, como refiere Quintero, una investigación que corrija, oriente y marque las pautas para un desarrollo sostenible del turismo que sea planificado, integrado, abierto, dimensionado, participativo, duradero y viable. Recién luego de saber que tenemos, que queremos y a donde queremos llegar, empezar el desarrollo del plan. No se debería cometer el error de desarrollar un plan de marketing turístico, como ya se ha sabido quiere hacer el GAD Manta, ¿de qué sirve la promoción y más promoción, si los canales de comercialización que son lo realmente importante, no se conocen o están descuidados?

Por otro lado, no se trata solo de dejar algo en papel, sino llevar a la aplicación a través del compromiso de la autoridad de turno, se debe también, integrar a profesionales y actores locales, de manera que el plan responda a una realidad propia de la ciudad, y no a palabras bonitas, que suelen ser comunes en este tipo de proyectos.