La gastronomía y la transformación de Manabí
Se necesita sobre todo de liderazgos compartidos para unir
Manabí posee raíces históricas muy profundas y una de las identidades territoriales más fuertes del Ecuador. Gracias a la riqueza de nuestro mar y a una abundante extensión de tierra productiva ubicada en diferentes pisos climáticos, Manabí tiene el potencial de convertirse en un referente de innovación alimentaria, tanto en Ecuador como en América Latina.
La riqueza de tradiciones y recursos naturales de Manabí conviven con altos niveles de empobrecimiento: más de la mitad de los manabitas viven bajo la línea de pobreza; más del 20% de la población es considerada analfabeta funcional y somos la provincia del Ecuador continental con los índices más alto de sobrepeso y obesidad. Adicionalmente y dado que Manabí es la única provincia del Ecuador con varias ciudades importantes, es clave encontrar algo que nos una y nos empuje hacia adelante.
La gastronomía manabita puede convertirse en un motor de la transformación social y económica de nuestra provincia. Para constatarlo basta analizar la experiencia de Perú que, en menos de 2 décadas, logró ser considerado el mejor destino culinario del mundo, tener varios de los mejores chefs del planeta y generar más de 320.000 empleos por año en el sector gastronómico.
La comida podría convertirse también en parte de ese proyecto compartido que permita que los diversos sectores trabajemos juntos para convertir a Manabí en un referente de innovación gastronómica en el Ecuador y en América Latina. Además la comida podría convertirse en el gran unificador porque permitiría que el desarrollo llegue a todos los rincones de nuestra provincia incentivando la visita de personas de todo el mundo para disfrutar los platos típicos de cada uno de los cantones manabitas.
Esto que parece un sueño ya está comenzando a hacerse realidad. El ceviche con cacao, la carne apanada con salprieta y el guiso de zapallo con maní tierno y hierba luisa son platos creados por manabitas que nos demuestran que en nuestra provincia existe el talento para innovar, sin olvidar nuestras raíces.
Para lograr que Manabí se convierta en el mejor destino culinario del mundo se necesitan políticas públicas y programas de capacitación, acceso a crédito y difusión de nuestra gastronomía en el mundo. Se necesita sobre todo de liderazgos compartidos para unir a productores, restaurantes, universidades, instituciones públicas y emprendedores en un movimiento gastronómico manabita que se base en principios como el consumo de productos locales, la justicia social y la combinación de lo mejor de las tradiciones culinarias de nuestra provincia, con impulsos que lleguen de fuera.
La comida es todo. Fortalece las tradiciones y la identidad, contribuye con la conservación ambiental, mejora la salud, genera oportunidades económicas y fortalece la capacidad de reunirnos y dialogar alrededor de la cocina y los alimentos. La comida nos hace más cívicos y más humanos.
La mejor forma de celebrar a Manabí en su mes es trabajar juntos por convertirla en tierra donde se innove en sectores que son parte de nuestras tradiciones, como la gastronomía, el turismo y la agroindustria, con el objetivo de ofrecer al mundo experiencias y productos nutritivos, innovadores y de calidad. Buen provecho y salud por Manabí!
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Patricio Delgado
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Mario Aráuz
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