La Casa Rosada revive el patrimonio del siglo XX en Manta
Esta obra regenerada con lo más finos detalles aporta al ornato y dinamización económica de Manta
La Casa Rosada es más que un conjunto de locales para reunirse, comer y disfrutar en síntesis es un centro turístico, patrimonial y gastronómico que empodera nuestras raíces, cultura y costumbres, generando un espacio para elevar la autoestima del ciudadano.
A inicios del siglo XX la parroquia Manta, del cantón Montecristi, se erigía como el polo de desarrollo de la provincia, soplaban vientos de emancipación política que se conjugaban con el deseo de sus habitantes de crear una ciudad progresista al pie del gran océano.
Es que la estratégica ubicación geopolítica de Manta atrajo desde hace más de un siglo a emprendedores nacionales y extranjeros que se quedaban fascinados de las bondades que el naciente puerto, propició para emprender en negocios relacionados con el café, cacao, tagua, algodón, pesca, entre otros.
Con este despertar colectivo se lograron asentar importantes edificaciones de la época como la casa Tagua y demás bienes entre viviendas y prósperos negocios generaron grandes emporios sociales y económicos que ponían a este naciente cantón en el mapa de las ciudades importantes de la región y del país.
Un capítulo aparte se escribe en torno a una gran residencia, misma que sirviera en sus inicios como sede del gobierno cantonal, su pintoresca y bien diseñada construcción hecha con los más finos y valiosos materiales de la época, muchos de aquellos importados expresamente para darle ese toque de distinción que se acentuaba con el color rosado y blanco de sus paredes, nace entonces ese legado arquitectónico y cultural llamado “La Casa Rosada” en la segunda década del siglo XX.
La idea nace del círculo familiar como una manera de retribuir a la ciudad un bien patrimonial con mucho significado cívico, esto va más allá de pensar en un negocio familiar, aquí está parte de mi historia y parte de la historia de Manta.
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Muchas fueron las motivaciones en positivo que tuve para dar inicio a este proyecto, pero sin duda solo el hecho de ver como se deteriora la poca memoria arquitectónica que tiene Manta me llamó a la reflexión, porque no rescatar algo que tiene un significado familiar y colectivo muy valorable, ojalá podamos los Mantenses y Manabitas emprender con proyectos similares de inmediato.
Esta obra regenerada y acondicionada con lo más finos detalles, tal si fuera un bien patrimonial en una de las ciudades más emblemáticas de Europa, le aporta a Manta un mejoramiento al ornato y con ello una dinamización de la economía local. Sus más de cien plazas de empleo directos y otros centenares indirectos aportan al desarrollo socioeconómico de la ciudad y la provincia, lo más importante es que para la reconstrucción mayoritariamente se empleó mano de obra calificada y no calificada nacional.
Existen cuatro espacios definidos y acondicionados para brindar confort y seguridad a todos quienes nos visiten, una cafetería tradicional con estándares internacionales, un segundo nivel con tres reservados para reuniones de negocios, el tercer piso un restaurant gourmet y por último una terraza lounge bar donde podrán departir entre amigos mientras disfrutas de una impresionante vista al océano degustando las exquisiteces gastronómicas y bebidas de su predilección.
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Alfredo Gonzales
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Cecilia Solórzano de Manzo
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Alejandra Alava
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