¿POR QUÉ EL COHOUSING ES TENDENCIA?
Los precios de la vivienda impiden la emancipación de los jóvenes
La recuperación del mercado inmobiliario ha dado la estocada final a las posibilidades de los jóvenes de acceder a una vivienda: según el Consejo de la Juventud de España (CJE), sólo el 41% de la población de entre 25 y 29 años ha salido de casa de sus padres, mientras que entre los menores de esa edad los emancipados apenas son el 5,9%, una cifra prácticamente testimonial, y su número va bajando desde el 2014, pese a que ha aumentado el empleo.
Lluís Marsà, presidente de la asociación de promotores de Catalunya, APCE, reconoció que “cuesta vender viviendas de primer acceso, porque, aunque ha bajado el paro, los salarios no han subido”, y además los bancos sólo financian el 80% del precio de la vivienda, por lo que hay que aportar el 20% restante y sumarle otro 10% de impuestos. “Se habrían de buscar fórmulas para que los jóvenes pudiesen financiar la entrada sin que aumentase su tasa de endeudamiento, quizás con avales”, consideró. Esta opción, sin embargo, no es fácil porque ha habido algunas sentencias judiciales polémicas que hacen que la banca considere los avales familiares una opción arriesgada.
Sólo el 41% de la población de entre 25 y 29 años ha salido de casa de sus padres
En consecuencia, según los datos de la APCE, las nuevas promociones prácticamente no incluyen pisos de una habitación: sólo hay 650 en toda Catalunya, apenas el 10% de los pisos nuevos a la venta, mientras que en los nuevos edificios predominan los pisos de 3 y 2 habitaciones. Esta situación contrasta con la del 2006, cuando la banca financiaba hasta el 100% del precio y en las promociones predominaban los pisos de 1 y 2 habitaciones.
La facilidad de financiación bancaria en los años de la burbuja inmobiliaria llevó a que a mediados del 2008 toda la España mediterránea además de Madrid, Canarias, Navarra, La Rioja, Aragón y Castilla-La Mancha tuviesen tasas de emancipación de los jóvenes de entre 16 y 29 años de más del 22%. Ahora, en cambio, según el CJE, esto sólo sucede en Catalunya, Madrid y Baleares. De media, sólo el 19,4% de los jóvenes están emancipados, frente al 22,1% del 2014.
Compartir piso, la solución encontrada por la mayoría
Para muchos de ellos, además, la emancipación no supone irse a un piso de soltero (apenas el 15% lo consigue), ni siquiera vivir en pareja (el 30%), sino compartir piso: el 23% de los chicos de entre 16 y 29 años y el 17,25% de las chicas comparten piso, según el CJE.
El principal factor que influye en la emancipación de los jóvenes, paradójicamente, es el apoyo familiar: según los datos del CJE, entre los jóvenes de 25 a 29 años el 10,6% tiene ya una vivienda en propiedad sin hipoteca pendiente (presumiblemente por herencia o donación) mientras que otro 11,3% vive gratis, en una vivienda cedida sin coste por sus familiares. Estos porcentajes se mantienen entre los no tan jóvenes, de entre 30 y 34 años, edad en la que el 40% vive en una vivienda hipotecada y otro 40% en alquiler.
Las rentas de los alquileres, sin embargo, se han disparado en las grandes capitales y, en Barcelona, superan ya los máximos que se alcanzaron en el 2008, durante la burbuja. La carestía del alquiler se ha agravado porque junto a una mayor demanda de jóvenes que no pueden pagar el 30% de entrada para comprar se da una reducción de las viviendas disponibles, porque muchos propietarios, que alquilaron cuando bajaron los pisos entre el 2010 y el 2013, ahora los han vuelto a poner a la venta.
“Las administraciones se olvidaron del alquiler durante muchos años y no han creado un parque de vivienda pública a precios asequibles como el que hay en otros países”, recordó Marsà, y ahora no tienen la capacidad económica para hacerlo. Por ello, aseguró, la solución tiene que venir del sector privado, “con la llegada de inversores, muchos de ellos institucionales, que compren viviendas para alquilarlas”. Las rentas que exigen estos operadores, sin embargo, no están al alcance de la mayoría de jóvenes. Según el CJE, una pareja joven, de entre 25 y 29 años, podría pagar un alquiler de 471 euros mensuales dedicando un tercio de sus ingresos a la vivienda (como recomiendan los expertos), una cifra que, en Catalunya, donde los salarios son más altos, subiría hasta los 526 euros, muy lejos de los precios de mercado. “El Gobierno está estudiando medidas, como dar ayudas de 300 euros/m2a quienes promuevan vivienda para alquilarla, si lo hacen a menos de 7 euros/m2que podrían impulsar a los inversores a promover viviendas protegidas para alquilar”, subrayó Marsà. Aunque no en la misma ciudad de Barcelona, donde la vivienda es más cara, sino en su área metropolitana. “Hemos de asumir que la ciudad de Barcelona tiene una sexta parte de la superficie de Madrid, y que vivir en l’Hospitalet de Llobregat, en Badalona o en Santa Coloma de Gramenet es vivir en Barcelona”.
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