La gastronomía manabita puede convertirse en un motor de la transformación social y económica de nuestra provincia. Para constatarlo basta analizar la experiencia de Perú que, en menos de 2 décadas, logró ser considerado el mejor destino culinario del mundo.

La pregunta es, qué queremos los manabitas? Queremos una refinería que no nos dejaría beneficios importantes o queremos un desarrollo del Turismo que si generaría miles plazas de trabajo y que los dineros -muchos provenientes del extranjero- se queden en nuestra propia provincia?

Todo apunta a que es el momento de actuar en forma coordinada y planificada, razón por la cual se plantea la conformación de una personería jurídica sin fines de lucro a fin de recoger y abrazar las capacidades del sector turístico, para en forma mancomunada conducir el desarrollo del turismo en Manabí.

Fue escrito hace 10 años: La ubicación de la refinería de petróleo, en el sitio del Aromo no es conveniente, porque afecta el desarrollo armónico de la región. Perjudicaría al sector agrícola que sería beneficiado con el proyecto Sancan, inclusive afectaría a los tejedores de los sombreros de paja toquilla, que no tendrían la materia prima.

Sin duda alguna Manabí es una provincia muy distinguida por su belleza, riqueza, cultura y gran potencial productivo, que dentro de su amplitud de capacidades hay una en especial que se destaca por la gran oportunidad que representa, y ésta es el Turismo sobre todo el Turismo Internacional más aun cuando se la concatena con los demás atractivos de nuestro país.

El Arq. Joseph María Llop Torne, especializado en diseño de ciudades, en su visita a Manta recomendó que la ciudad debe tener una franja integral turística frente al mar, sin edificios altos.

La Casa Rosada es más que un conjunto de locales para reunirse, comer y disfrutar en síntesis es un centro turístico, patrimonial y gastronómico que empodera nuestras raíces, cultura y costumbres, generando un espacio para elevar la autoestima del ciudadano.